El email marketing lleva años siendo una de las herramientas estrella para conectar con audiencias. Pero a pesar de su antigüedad, sigue habiendo confusión entre dos términos que suenan parecidos, pero no lo son: cold emailing y email marketing.

Aunque comparten el canal (el email), sus objetivos, estrategias y resultados son completamente distintos. Si estás pensando en usar el correo electrónico como parte de tu estrategia de captación o fidelización, necesitas saber exactamente cómo funciona cada uno. Aquí te lo explico de forma clara: las diferencias entre el cold emailing y el email marketing y cuándo te conviene usar cada uno.

¿Qué es un cold email?

El cold emailing consiste en contactar con clientes potenciales que no tienen relación con tu marca. Es una estrategia muy utilizada por equipos de ventas o desarrollo de negocio que quieren iniciar conversaciones con potenciales clientes que encajan con su perfil ideal.

El objetivo principal es presentar tu empresa, generar leads y abrir la puerta a una posible relación comercial.

Objetivo del correo electrónico en frío: El propósito principal del cold emailing es romper el hielo. Presentar tu marca a alguien que no te conoce aún, generar interés y, si todo va bien, abrir una conversación que pueda derivar en una relación comercial. Es una herramienta habitual en manos de equipos de ventas y desarrollo de negocio, especialmente cuando quieren llegar a empresas o personas que encajan con su cliente ideal, pero que aún no han tenido contacto con la marca. No se trata de vender desde el primer mensaje, sino de generar una conexión inicial, despertar curiosidad y plantear cómo puedes aportar valor.

Por qué es diferente del spam: Es fácil confundir un cold email con spam… pero no son lo mismo. Y entender esa diferencia es clave. El spam es masivo, genérico, sin segmentación ni intención clara. A menudo llega con asuntos sospechosos y mensajes irrelevantes que no aportan nada.

Los correos electrónicos en frío, por otro lado, son personalizados y específicos, y normalmente se envían a personas o empresas que cumplen criterios específicos para iniciar una conversación significativa. Buscan crear una oportunidad basada en la relevancia y la utilidad.

¿Qué es el email marketing?

El email marketing, por otro lado, se basa en el permiso. Es decir, te diriges a personas que ya han mostrado interés en tu marca y que han aceptado recibir tus comunicaciones. Es una herramienta clave para nutrir relaciones, mantener el contacto y llevar al suscriptor paso a paso hacia la conversión.

Las campañas de email marketing suelen diseñarse para interactuar con los destinatarios a través de contenido valioso, promociones o actualizaciones a lo largo del tiempo, animándolos a realizar acciones, como una compra, registrarse en un webinar o compartir tu contenido.

Objetivo del email marketing: El email marketing no va de irrumpir, sino de nutrir. Su objetivo es crear y mantener relaciones con personas que ya han mostrado interés en tu marca. En lugar de buscar una respuesta inmediata, se centra en acompañar al suscriptor a lo largo del embudo de ventas, ofreciendo valor en cada etapa: desde el primer “hola” hasta la conversión. Puede ser a través de newsletters, promociones, contenido educativo o cualquier mensaje útil que ayude a tomar una decisión de compra (o a fortalecer la relación). Y cuanto más relevante sea el contenido para esa persona, más efectiva será la estrategia.

Estrategia basada en el permiso: A diferencia del correo electrónico en frío, que se dirige a personas con las que no se tiene una relación previa, el email marketing se basa en el consentimiento de los destinatarios. Aquí no estás contactando a desconocidos: estás hablando con personas que te han dado permiso para escribirles. Ya sea porque se han suscrito a tu newsletter, han descargado un recurso o han mostrado interés en algún punto del recorrido, ellos han levantado la mano. Esto hace que el email marketing sea mucho más eficaz para fomentar relaciones duraderas y aumentar la conversión.

Diferencias clave entre el cold email y el email marketing

Entender en qué se diferencian el cold email y el email marketing es fundamental para elegir la estrategia correcta según tus objetivos, tu audiencia y el momento en el que se encuentra cada contacto.

Aunque ambos utilizan el mismo canal, su enfoque, ejecución y propósito no podrían ser más distintos.

Vamos a ver las diferencias más importantes, empezando por una de las más decisivas: a quién te diriges.

1. Segmentación de público:

Cold email: está pensado para contactar a personas o empresas que aún no conocen tu marca, pero que encajan con tu perfil de cliente ideal.
Suelen formar parte de listas de prospectos, bases de datos externas o plataformas de generación de leads.

Email marketing: se dirige a una audiencia que ya ha dicho “sí” a recibir tus correos. Hablamos de suscriptores, clientes o leads que han mostrado interés en tu marca y han aceptado estar en tu lista.

2. Enfoque de mensajería:

Cold emailing: El objetivo es romper el hielo y despertar interés. Por eso, los mensajes deben ser breves, directos y personalizados. Aquí no hay espacio para textos largos ni promociones agresivas: se trata de abrir la conversación con un enfoque claro en el valor.

Email marketing: En cambio, busca fomentar una relación a lo largo del tiempo. Los correos pueden ser más extensos, informativos o promocionales, y están diseñados para guiar al usuario hacia una acción concreta: una compra, una descarga, un webinar o simplemente mantener el engagement.

3. Consideraciones de conformidad (RGPD, CAN-SPAM):

En temas legales, no hay margen para el error. Tanto el cold emailing como el email marketing están sujetos a normativas como el RGPD en Europa o la ley CAN-SPAM en EE. UU., pero no con el mismo nivel de exigencia.

El cold emailing requiere un cuidado especial. Al dirigirte a personas que no han tenido contacto previo con tu marca, necesitas una base legal para hacerlo: interés legítimo, una oferta relevante o un vínculo profesional claro. Además, debes asegurarte de que el destinatario pueda darse de baja fácilmente y que se respete cualquier solicitud de exclusión.

En cambio, el email marketing parte con una ventaja: el consentimiento ya está dado. Los suscriptores han aceptado recibir tus comunicaciones, lo que te permite enviar contenido con mayor libertad. Aun así, es imprescindible cumplir con la normativa: ofrecer la opción de baja en cada mensaje, proteger los datos personales y ser transparente con el uso de la información.

4. Expectativas de interacción:

Cold Email: Al tratarse de un primer contacto, no esperes una avalancha de respuestas. Aquí la métrica clave no es la conversión inmediata, sino la apertura de una conversación. Es un juego de paciencia, seguimiento y valor añadido.

Email marketing: Como los suscriptores ya conocen tu marca,las expectativas son más altas. Se espera que el lector interactúe: que haga clic, compre, responda, se apunte… Por eso, el contenido tiene que estar a la altura y ofrecer valor en cada envío.

Cuándo usar cold email y cuándo usar email marketing 

Saber qué tipo de email utilizar en cada momento puede marcar la diferencia entre generar una oportunidad o perderla. Porque no se trata solo de “enviar correos”, sino de elegir la estrategia adecuada según el contexto, la audiencia y tus objetivos.

Aquí va una guía sencilla para ayudarte a decidir:

Cuándo utilizar el emailing en frío:

  • Prospección de ventas: El emailing en frío es ideal para llegar a nuevos clientes potenciales, especialmente si quieres iniciar una conversación con clientes potenciales que no han oído hablar de tu negocio.
  • Generación de leads: el cold email puede ayudarte a generar nuevos leads si te estás expandiendo a nuevos mercados o te diriges a empresas que se ajustan a tu perfil de cliente ideal.
  • Desarrollo de negocio: los emails en frío se utilizan habitualmente para la divulgación en el desarrollo de negocios B2B, como consultas de asociación, networking o presentación de nuevos servicios.

Cuándo utilizar el email marketing:

  • Fidelización de clientes: el email marketing es ideal para interactuar con clientes existentes o leads que ya han mostrado interés en tu negocio.
  • Fidelizar clientes potenciales: si tienes una lista de suscriptores de clientes potenciales que necesitan tiempo para decidirse, el email marketing ayuda a fidelizar a esos clientes potenciales con contenido valioso a lo largo del tiempo.
  • Crear lealtad a la marca: el email marketing es clave para mantener a tu público interesado con actualizaciones periódicas, promociones y ofertas exclusivas.
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Mejores prácticas para el cold email y el email marketing

Aunque el emailing en frío y el email marketing tienen objetivos y enfoques distintos, hay ciertas prácticas que aplican a ambos y pueden marcar una gran diferencia en los resultados. Aquí te las dejo ordenadas y explicadas paso a paso:

1. Personaliza tu mensaje

La personalización no es opcional, es esencial. Ya sea un cold email o una campaña de email marketing, adaptar el mensaje al destinatario aumenta la tasa de apertura y mejora la conexión.
Personaliza la línea de asunto, el saludo y, si puedes, el cuerpo del mensaje. Un correo que “habla directamente” al lector tiene más probabilidades de generar respuesta o acción.

2. Cumple con la normativa

Sí, lo legal también importa (mucho). Asegúrate de cumplir con el RGPD en Europa o la ley CAN-SPAM si estás en EE. UU.
Incluye siempre un enlace para darse de baja en tus campañas de email marketing, y en el caso del cold emailing, respeta las solicitudes de exclusión. Jugar limpio no solo te mantiene dentro de la ley, también refuerza la confianza en tu marca.

3. Diseña líneas de asunto convincentes

La línea de asunto es tu primera (y a veces única) oportunidad para captar la atención.
En el cold email, busca despertar curiosidad sin ser invasivo. En el email marketing, asegúrate de que refleje el valor del contenido que estás enviando. ¿Es útil? ¿Es claro? ¿Genera ganas de abrirlo? Si no, vuelve a intentarlo.

4. Optimiza para móviles

Cada vez más personas leen el correo desde su móvil. Si tu email no se ve bien en pantalla pequeña, probablemente acabe en la papelera.
Asegúrate de que tanto el diseño como el contenido se adapten a dispositivos móviles: párrafos cortos, botones claros y estructura limpia. Sea un email en frío o una campaña, la experiencia móvil cuenta.

5. Haz un seguimiento y analiza los resultados

Lo que no se mide, no se mejora.
Revisa tasas de apertura, clics, respuestas y conversiones. Ya sea en campañas de email marketing o en estrategias de cold emailing, los datos te mostrarán qué está funcionando y qué puedes ajustar.

Aunque son estrategias distintas, el emailing en frío y el email marketing pueden coexistir perfectamente dentro de un plan integral.

Usa el cold emailing cuando quieras abrir nuevas conversaciones y llegar a personas que aún no conocen tu marca.
Y apuesta por el email marketing para fidelizar, educar y convertir a quienes ya han mostrado interés.

Cuando sabes usar cada uno en el momento adecuado, el email deja de ser solo una herramienta de comunicación y se convierte en un canal potente para crecer, generar leads y construir relaciones duraderas.

Biografía del autor:

by Natalie Slyman

Content Marketing Manager